El encanto de Entreviñas y Olivos nace en el hecho de estar ubicada en la casa familiar de su propietaria.
Un caserón del S. XVIII en el que han creado una acogedora vinatería con una exquisita selección de vinos, pintxos y raciones todas las semanas.
La cuidadosa decoración y trato cercano hacen de Entreviñas y Olivos un lugar único, no solo para tomar un vino, sino también para comer, cenar y visitar su cueva para conocer de primera mano nuestra tierra y la cultura del vino.