Elige tu experiencia en la bodega de Posada Mayor de Migueloa
Bodegas Mayor de Migueloa es la unión de un palacio y una familia en torno al mundo del vino
Las Bodegas Mayor de Migueloa (C/ Mayor, 20) son sinónimo de nobleza y tradición. Situadas entre las centenarias y estrechas calles de Laguardia, acceder a este Palacio de Viana que alberga tanto el restaurante, como su bodega y hostal, es viajar a tiempos pasados.
Las horas parecen haberse detenido en Mayor de Migueloa, excepto para el vino de la casa que cosecha tras cosecha, sigue recogiendo el sabor del paso del tiempo y por supuesto, para los alimentos servidos en su restaurante que al ser de temporada, emanan los aromas de la tierra y naturaleza más viva de los paisajes alaveses.
Pese a que este palacio fue restaurado en 1988 para convertirlo en toda una institución pionera en el enoturismo del país, el edificio que originalmente es de 1619 sigue manteniendo las gruesas paredes de piedra y sus centenarias vigas.
De esta manera, convirtiendo este espacio en historia viva del vino y materializando el caldo en un lugar que no solo se puede ver, oler y degustar, sino que además se puede palpar y escuchar. En el interior del palacio uno siente la calidez de las piedras que lo protegen y percibe el imperturbable silencio que generan las gruesas paredes de las bodegas, combinado con los sonidos de las personas que se reúnen alrededor de las mesas del restaurante para compartir momentos únicos.
Son precisamente esas sensaciones, las que demuestran que Mayor de Migueloa preserva la apariencia original del espacio, combinada con un confort actual que hace que el palacio se convierta en un cálido hogar. Uno de sus grandes atractivos, además de la deliciosa comida y el hospedaje que ofrecen, es el calado de 1919 en el cual descansan los vinos de la casa.
El corazón de la bodega situado a 10 metros de profundidad, ante el incesable paso de los años, te hará experimentar una sensación de paz y confort, que contrastará con la tremenda emoción y agitación que provoca adentrarse en el núcleo y la esencia de la tradición viticultora.